El 14 de febrero, la Barra Mexicana de Abogados (BMA) llevó a cabo el evento El Futuro de la Abogacía: el Reto de la Inteligencia Artificial. El Presidente de la Barra, José Mario de la Garza, contextualizó la importancia del evento comentando que existen en México 900,000 cédulas de abogados y aproximadamente 1,900 universidades que ofrecen la carrera de Derecho. Cada día más abogados salen al mundo con una nueva realidad en donde la tecnología está marcando el camino y la mayoría de las escuelas no están impartiendo cursos que actualicen a los abogados y los preparen para los retos de la era digital.
Durante dos días se reunieron personalidades de todos los ámbitos del Derecho para debatir sobre diversas aristas de la incorporación de la tecnología en la práctica profesional. Asistieron miembros destacados del Poder Judicial, despachos de abogados, directores jurídicos de las principales empresas de tecnología y académicos. La conclusión de varios de los paneles fue que no es cuestión de si los abogados se suben o no al tren del cambio tecnológico, sino cuándo lo van a hacer y en qué vagón quedarán. El avance de la tecnología es inevitable y la atención no debe enfocarse en si va a sustituir o no al abogado, sino en cómo la podemos usar para poder eficientar nuestro trabajo diario y para encontrar mejores formas de brindar apoyo y servicios legales.
Un gran porcentaje de las actividades diarias del abogado pueden ser automatizables y otras pueden ser mucho más eficientes con la tecnología, por ejemplo, el análisis de contratos. Además, la tecnología también nos permite organizar de manera más eficiente nuestra información y tener mejor comunicación con nuestros clientes.
Debemos tener una educación jurídica más multidisciplinaria para poder entender cómo funciona la sociedad y los modelos de negocio en la era digital. Asimismo, tenemos que empezar a homologar el concepto de la inteligencia artificial; para ello es preciso hablar sobre cómo aprenden las máquinas y cuál es la materia prima que las alimenta. Necesitamos regresar el enfoque a la ética jurídica en la enseñanza de esta programación.
La velocidad a la que está girando el mundo hace que los abogados necesiten contar con información en tiempo real para poder satisfacer las exigencias de los clientes, esta accesibilidad a la información para la toma de decisiones sólo podrá ser posible con el apoyo de la tecnología.
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