En la sociedad moderna las redes sociales juegan un papel preponderante para todo, llámese comunicación, entretenimiento y hasta para la impartición de justicia; pero con el derecho a la libre expresión la línea entre el respeto de los derechos de los demás y el derecho propio se vuelve más delgada.

La libre expresión en las redes sociales

Iniciemos recordando la frase de Evelyn Beatrice Hall autora de la obra “Los amigos de Voltaire”, que menciona “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”, y es que el derecho a la libre expresión resulta tan imprescindible como derecho humano que resultaría impensable que se coartara, sin embargo, debemos tener en cuenta que el derecho a la libertad de expresión no es absoluto y puede limitarse por la legislación.

Quisiera encaminar este artículo en torno a dos cuestiones básicas, por un lado, la libre expresión como derecho limitado y, en segundo, cómo la justicia debe regularlo para evitar violación a otros derechos humanos.

Respecto al primer punto comencemos por rememorar un ejemplo de lo que “la libre expresión” sin límite puede ocasionar, hace algunos años la gimnasta Alexa Moreno sufrió lo que ahora se conoce como ciberbullying cuando en los juegos olímpicos comenzaron a hablar de su físico y otras cuestiones que, al parecer, tenían mayor importancia para los haters que el talento de la mexicana. Alexa continúo con su carrera y, no podemos dejar de mencionarlo, el viernes pasado se coronó como la primera mexicana en subir al podio en el Mundial de Gimnasia Artística; no obstante, aquellos que practicaron el ciberbullying no fueron castigados de forma alguna, la poca legislación no ayuda para establecer una protección de los derechos humanos en casos similares.

Las redes sociales y lo que en ella expresamos a diario deben encaminarse al respeto de los derechos de todos y todas, pero el índice de ciberbullying continúa creciendo.

En México hay aproximadamente 65.5 millones de usuarios de Internet y, de acuerdo con la agencia The Social Intelligence Unit, las entidades con más casos de Ciberbullying son Aguascalientes, el Estado de México, Quintana Roo, Puebla e Hidalgo; mientras que las cifras del INEGI en su Módulo de Ciberacoso (MOCIBA) al menos en 2015 el 24.5% de los usuarios de internet de 12 años o más tuvieron alguna experiencia de ciberacoso o ciberbullying.

La justicia ante el ciberbullying

Los esfuerzos actuales que existen respecto de la regulación de la comunicación de las redes sociales se dirigen a extremos opuesto: se habla de espionaje y coerción, afectando directamente a los usuarios, por otro lado, se habla de regulación, pero ello tampoco ha funcionado.

A nivel federal, el Código Penal prevé el castigo para el ciberacoso sexual pero nada más; no se ha podido regular el ciberbullying de una manera adecuada y menos aún ante los trámites burocráticos que impone el sistema de justicia en nuestro país.

De todo lo mencionado cabe dejar una pregunta a modo de reflexión ¿existe una justicia para aquellos que han sido víctimas de ciberbullying?

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